Apuntes de viaje, sobre el paisaje Italiano.

De Norte a Sur por Italia.

Comenzamos con este sueño largamente acariciado, una mañana lluviosa de principios de primavera. Mi hija viajó de Francia donde estaba viviendo para hacer un recorrido más los tres juntos. El punto de partida fue Vicenza, y el destino era incierto, pues dependía de lo que nos durara el dinero, pero la idea era llegar hasta el sur por tierra en transporte publico como lo habíamos ya hecho en otros paises.

De la ventanilla del tren veíamos el verde extenderse como una alfombra viva en toda la gama de sus tonalidades, como una gran colcha de cuadros desiguales, zurcida y remendada, cuadros imperfectos bordeados de arboles que delinean y definen sus contornos, como las costuras ornamentales de un edredón hecho a mano. De las planicies a las partes altas el paisaje esta salpicado del gris deslavado de casonas y palacetes semi en ruinas que dan al ambiente un toque de extraña melancolía. El veloz paso del tren no nos impide contemplar las viejas casas de ladrillo rojo con sus tejados de terracota mohosos y viejos, invadidos de hiedras y jazmines que agudizan la languidez casi romántica del paisaje, enfatizando una fuerte sensación de desolación y nostalgia ante la grandeza de otros tiempos. Caminos bordeados de altos cipreses erectos, siempre en pie como tratando de rozar el cielo, como un ejército de soldados vigilantes siempre prestos para la batalla. Caserones ruinosos sombreados de altos cedros, meticulosamente podados, magnolias en plena floración podados en formas cónicas que recuerdan los paisajes renacentistas. este viaje es un viaje en el tiempo, Italia conserva melancólica el ruinoso legado de su grandeza. Y las partes altas, siempre coronadas con un viejo palacio, una iglesia o un monasterio. kilómetros de recorrido sin poder quitar mis ojos de la ventana, todo es sorprendente, todo es hermoso, y aun nos faltan kilómetros

de recorrido.