Cada día....
- Zoar Malek
- 18 ene 2018
- 1 Min. de lectura
Mis pasos me llevan de un lado para otro, y mis ojos me sorprenden con todo aquello que me rodea, cada caminata es como redescubrir el mundo, siempre hay algo nuevo que detenerse a observar. De niña fui lenta, y las imágenes formaban mi mundo de una forma extraña y sorprendente, una gota de sudor en la frente de un adulto, el vello facial de un bebe contra la luz, una hoja flotando en un charco de agua, un insecto revoloteando una flor, hasta el humo del cigarro en su danza fascinante hacia el cielo, todo era motivo de detenimiento, todo enriquecía mi mundo a tal grado que por las noches soñaba imágenes y texturas sin sentido. Mi madre se desesperaba, pues mi lentitud y mis pausas para contemplar retrasaban su andar, y me jalonada del brazo en cada una de esa pausas para que adoptara su paso presuroso y resuelto. Nunca pude hacerlo, y cuando tuve mi primer cámara en mano, comencé a encontrarle sentido a aquellas pausas. A mediados de los ochentas mi trabajo fotográfico resultaba a muchos absurdo, extraño e incomprensible, porque retratar un letrero, una piedra un vaso? sin embargo ahora es bien apreciado y por demás normal, pero yo lo sigo amando, es compartir con los demás esos detalles cotidianos que llenan mis días y que pocos nos detenemos a observar.

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