Reflexión sobre el 2019

Este 2019 fue para nosotros un año lleno de retos, en ocasiones de caídas y de intentar con sumo esfuerzo levantarnos una y otra vez. Muchas veces estas redes sociales pueden ser engañosas, nuestras fotos pueden hacer que los demás vean solo el lado idílico y hermoso de nuestras vidas. Este año yo publique en mi Facebook un sin fin de paisajes, picnics, y caminatas naturalistas, avances y logros con mis alumnos, platillos, paseos etc... Todas esas actividades apasionantes a las que nos aferramos con uñas y dientes para sobrevivir a una realidad que se quiebra a pedazos, a la hostilidad de un país que se desmorona y en el que a ratos parece no haber oportunidad de progresar. Mi esposo sigue desempleado, y todos sus posgrados parecen cerrarle cada vez más las puertas, un hombre trabajador, brillante y con muchos estudios, ha visto cerradas las posibilidades aun de los trabajos mas simples, un prolongadísimo desempleo que ha desequilibrado nuestra situación económica y emocional y al que cada día es mas complicado sobrevivir. Mi libro de cuentos con el que he tocado muchas puertas que no se abren, y mi condición que ha ratos me hace desbordante y a ratos me cierra el mundo...... Los paseos, las horas de Té, las lecturas, son esas tablas de salvación que precariamente nos han salvado del naufragio, contemplar aves, plantas, es por un rato escapar de la hostilidad de una realidad que parece querer aplastarnos. Pese a todo eso, con todas las carencias y limitantes de este año, también tuvo su parte buena. Hice nuevas y maravillosas amistades, que fueron en muchas ocasiones mi fortaleza, vi a mi hija hacerte mas fuerte, y aprender nuevas formas de disfrutar su vida, ahora ya muy lejos de nosotros, yo termine las ilustraciones y textos de mi cuento que comencé justo el día primero del año pasado y termine en marzo, di muchos talleres y cursos que me hicieron feliz, pues vi a mis alumnos disfrutarlos, comencé a construir un proyecto naturalista de bordado al que daré forma este año, dibuje, tanto, como hace al menos cinco años que no lo hacía, y cociné hasta el cansancio. no fue el mejor año para mi negocio, de hecho creo que fue un muy mal año, pero mi lado creativo trabajo al máximo y eso me hizo en todo momento sentir viva, aun en la adversidad.

Tuve muchas recaídas, no es fácil vivir escuchando ruido constante dentro de nosotros y sintiendo todo hasta el limite, altas y bajas. Pero aquí estoy, en pie y lista para comenzar un año más, no mas fuerte, porque es mentira que lo que no nos mata nos hace fuertes, y si así fuera, yo estoy cansada de ser fuerte, lo que deseo este año es ser feliz, y lo que más necesito es ver a mi esposo ejerciendo esa carrera llena de posgrados que nos costo toda nuestra vida alcanzar...... Mi lista de propósitos es larga, y si sigo por aquí, se que una vez más la terminare cumpliendo como siempre casi toda, pero mis metas urgentes son conseguir publicar mi cuento infantil, y ver a mi marido feliz ejerciendo aquello para lo que esta tan preparado.......