De vacaciones en casa...

Ya casi tres años, de que mi hija, partiera para hacer su maestría en Francia, casi tres años sin vernos, después de haber sido más que mamá e hija, dos inseparables amigas. Aprender a vivir lejos una de la otra no fue fácil, pues aunque ya lo habíamos hecho en otras ocasiones, sabíamos que era temporal y que ella volvería a casa, pero en esta ocasión era la partida definitiva, el momento de abrir las alas, y aprender ambas a construir nuestras vidas solas, separadas aunque siempre unidas. Y para lograr que el lazo que nos une siguiera tan fuerte como siempre se ha requerido de mucho ingenio, de encontrar a diario actividades creativas que nos mantuvieran unidas como cuando estábamos juntas en casa. Lo primero que nos mantuvo a flote, sobre todo en un principio, fue nuestra pasión epistolar. Una carta en papel esperada por meses es tan cálida como un abrazo y se vuelve un refugio infalible al cual volver una y otra vez cuando la ausencia nos golpea, y claro la maravilla de "Messenger" no se como hubiéramos sobre vivido a los primeros meses sin nuestras breves charlas de todos los días... Aprendimos por este medio a mantenernos muy cerca, compartimos libros, música, y más de una vez vimos alguna película juntas, con el altavoz del teléfono abierto, lo que nos dió esa grata sensación de estar juntas en casa. Pudimos platicar de todo,reimos mucho y alguna vez nos toco llorar juntas. El duro mes de Marzo pasado, en que comenzó el aislamiento en Francia, y se cerraron las fronteras, fuí consciente por primera vez de cuan lejanas geográficamente estábamos, pero nuestra comunicación diaria, nos ayudo a sobrevivir los meses de aislamiento. Ahora después de casi tres años ha venido de vacaciones, mientras pasa el invierno y Europa recupera su ritmo, y tenerla en casa, me hace muy feliz. He vuelto a celebrar mi cumpleaños con ella, y quiero hacer todo aquello que quedo pendiente a su partida, el tiempo es tan breve, y nunca sabemos si volveremos a tener otra oportunidad......

Su ausencia fue una enseñanza y ahora su retorno, aunque breve y temporal es una oportunidad única de disfrutar lo que nos quedó pendiente a su partida, e inventar nuevas formas de disfrutar este mágico tiempo juntas.