Los Dias Que Cambiaron Nuestras Vidas.

Se que estos meses han sido extraños para todos, durante las primeros seis semanas observé a mucha gente quejarse de ya no aguantar el encierro o de lo difícil de convivir con los hijos las 24 horas, y conforme avanzaban los días vi a muchos más, caer en depresión. De alguna forma el ser humano, pese a vivir en cercanía con otros se ha ido aislando cada día más, y ha perdido la capacidad de relacionarse verdaderamente con los que le rodean y disfrutar de esas relaciones. Para mi fue muy sorprendente, pues vi desesperarse y deprimirse a esas mismas personas que antes escuche quejarse una y otra vez de no tener tiempo para disfrutar de su familia, o culpar al trabajo de no darles espacio para vivir y hacer tantas cosas que soñaban hacer en casa. Hubo quienes se llenaron de pánico y pasaron el tiempo viendo noticias sobre la epidemia, y hubo aquellos que no lo han creído, pero crédulos o escépticos, enfrentaremos juntos las consecuencias de este cambio radical en nuestro estilo de vida. En lo personal yo preferí tomarlo como una oportunidad para hacer todas aquellas cosas que había pospuesto por el trabajo, un tiempo para el descanso, la convivencia y la reflexión, para leer, bordar y todo aquello para lo que siempre nos va faltando vida, y para disfrutar de la compañía de mi esposo en casa, Comencé la segunda fase de un proyecto de bordado que tenia pendiente, disfrutamos de muchas lecturas juntos y trabajamos duro en el jardín. Que si fue fácil? no, esto no fue fácil para nadie, mi negocio se fue a pique, y he pasado meses sin trabajar, he estado muy preocupada pues mi hija pasó un encierro mas largo, sola y con desabasto de alimentos, al final del duro invierno francés, sola y muy lejos de casa. Muchas noches tuve miedo por ella, sola, sin trabajo y encerrada. pero supimos mantener el animo y estuvimos en contacto todo el tiempo. las actividades más simples como bordar, leer, dibujar, coser, y sobretodo platicar, hicieron de ese tiempo, no una catástrofe, sino un tiempo memorable y un acercamiento tan estrecho aun a la distancia, que creo nos probó como familia. definitivamente es mejor verlo como un regalo de tiempo que como una perdida.